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Agronomía Tropical, 71: e5091803, 2021
Recibido: 19/10/2020 - Aprobado: 01/09/2021
Artículo de Investigación. DOI: 10.5281/zenodo.5091803
Efecto de diferentes bioabonos en el crecimiento de plantas de
tomate de riñón var. Alambra (Solanum lycopersicum Mill.)
Elizabeth Ramírez-Iglesias* , Romel Michael Riofrío-Vega , Carlos Augusto
Gonzáles-Quirola
, Paola Gabriela Ortiz-Saquinaula .
Universidad Estatal Amazónica (UEA), Sede El Pangui, Zamora Chinchipe. Ecuador. *Correo electrónico: ec.ramirez@itme.org
RESUMEN
El tomate (Solanum lycopersicum Mill.) es utilizado ampliamente en el área gastronómica; sin embargo, cuando su
cultivo se realiza bajo uso irracional de fertilizantes inorgánicos y pesticidas, causa daños a humanos y al ambiente.
Es vital el desarrollo de alternativas agroecológicas, como el uso de bioabonos. La presente investigación se realizó en
la provincia de Zamora Chinchipe, cantón Centinela del Cóndor, parroquia Panguintza, Republica del Ecuador, con el
objetivo de evaluar la efectividad de diferentes bioabonos en el desarrollo del tomate de riñón, var. Alambra en condi-
ciones de campo. Se aplicaron los siguientes tratamientos de fertilización: Ec= ecuabonaza; Te= té de frutas; Bo= bocashi
y Co= control sin ningún tipo de fertilizante. Se realizó el monitoreo del desarrollo del cultivo, tomando en cuenta las
siguientes variables morfológicas: altura de la planta, medida desde la base del suelo hasta la yema terminal; número
de hojas verdaderas; altura de inserción de la primera hoja; diámetro del tallo y tamaño de la hoja. El estudio estadís-
tico de las variables cuanticadas, se realizó por análisis de varianza (ANOVA) y sus valores promedios comparados por
Duncan al 5 % de probabilidad, usando el programa Infostat. Los resultados indican que en el tratamiento ecuabonaza,
se obtuvieron los mayores valores en todas las variables evaluadas en el desarrollo del cultivo, seguido de bocashi. El té
de frutas fue el menor, presentando valores inferiores al tratamiento control.
Palabras clave: abonos orgánicos, agroecología, fertilización.
Eect of dierent bio-fertilizers on the growth of kidney tomato plants var.
Alambra (Solanum lycopersicum Mill.)
ABSTRACT
Tomato (Solanum lycopersicum Mill.) is widely used in the gastronomic area; however, when its cultivation is carried
out under the irrational use of inorganic fertilizers and pesticides, it causes damage to humans and the environment.
It is vital to develop agroecological alternatives, such as the use of bio-fertilizers. This research was carried out in the
province of Zamora Chinchipe, Centinela del Cóndor canton, Panguintza parish, Republic of Ecuador. To evaluate the
eectiveness of dierent bio-fertilizers in the development of kidney tomato, var. Alambra under eld conditions. There
were applicated the following fertilization treatments: Ec = ecuabonaza; Tea = fruit tea; Bo = bocashi and Co = control
without any type of fertilizer. Crop development monitoring was carried out, taking into account the following morpho-
logical variables: plant height, measured from the base of the soil to the terminal bud; the number of true leaves; inser-
tion height of the rst sheet; stem diameter and leaf size. The statistical study of the quantied variables was carried
out by analysis of variance (ANOVA) and their average values compared by Duncan at 5 % probability, using the Infostat
program. The results indicate that the highest values were obtained in the ecuabonaza treatment, in all the variables
evaluated in the development of the crop, followed by bocashi. The fruit tea was the lowest, presenting values lower
than the control treatment.
Keywords: agroecology, fertilization, organic fertilizers.
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INTRODUCCIÓN
El tomate riñón, es una hortaliza de enorme valor
comercial y de gran importancia dentro del sistema
alimenticio del mundo (Villacís-Chiriboga et al. 2021).
Es ampliamente utilizado en gastronomía por su
color, aroma y sabor, ocupa un lugar privilegiado
en la dieta diaria (Vásconez et al. 2020). En América
Latina, es preferido para su consumo, al aportar gran
cantidad de nutrimentos; además, de contar con
compuestos antioxidantes, vitaminas y minerales
(Gómez et al. 2000; FAO 2013; Navarro-González y
Periago 2016; Allende 2017; Ochar et al. 2019).
El crecimiento de los cultivos está estrechamente
vinculado a una adecuada nutrición mineral. De
allí, que el conocimiento de la extracción que
realiza la planta de los elementos en el suelo, se
convierte en información indispensable para la
planicación de la fertilizacn del cultivo (Torres
2017); por otro lado, la actividad productiva de
los suelos siempre ha representado una preo-
cupación en términos de calidad, siendo uno de
los principales motivos para ampliar la frontera
agrícola y el empleo de fertilizantes qmicos, a
n de mejorar el rendimiento por hectárea de los
cultivos bajo sistemas convencionales (Restrepo
et al. 2014).
El uso indiscriminado de productos químicos en
la agricultura con el fin de satisfacer la demanda
mundial de productos agrícolas, constituye un
problema global que afecta el ambiente, de manera
directa e indirecta, por lo cual, se hace necesaria la
búsqueda de nuevas alternativas de fertilización y
bioestimulación de origen orgánico. Torrellas et al.
(2011) señalan que el uso de fertilizantes en el cultivo
de tomate, provocó importantes impactos ambien-
tales como resultado de sus procesos de fabricación,
así como también, de las emisiones debidas a su uso.
En la agricultura, la fertilización convencional tiene
como meta proveer una nutrición directa a las
plantas con minerales fácilmente solubles, mien-
tras que en la orgánica o biofertilización, las plantas
son nutridas indirectamente, fomentando los orga-
nismos del suelo con materia orgánica (Sierra 2009).
Para satisfacer las necesidades nutricionales de los
suelos, han surgido los abonos orgánicos que, por
la forma de obtención y su composición química,
resultan ser materiales ideales para mantener las
propiedades químicas, físicas y biológicas de los
suelos (Yugsi 2011, Villacís-Chiriboga et al. 2021).
La elaboración de abonos orgánicos en la Amazonía
Sur del Ecuador, es una actividad cotidiana en las
diferentes unidades familiares de producción, es por
ello, que el empleo y monitoreo de la inuencia de
los diferentes abonos orgánicos sobre el desarrollo
vegetativo de diferentes cultivos, surge como una
necesidad para caracterizar los sustratos propios de
la zona así, como la inuencia dadas las caracterís-
ticas edafoclimáticas particulares de la zona.
Por tal motivo, resulta de vital importancia el desa-
rrollo de alternativas agroecológicas, en este caso, el
uso de bioabonos, que puedan sustituir o disminuir
el uso de productos químicos para el aumento de los
rendimientos de este y otros cultivos. Actualmente,
se busca optimizar el manejo de los agroecosis-
tema, considerando los benecios no solo a corto
plazo, sino extendidos en el tiempo, a n de asumir
sistemas más sostenibles de producción, donde se
considere la biodiversidad del suelo como eje funda-
mental para mejorar la salud de este como sistema
vivo (Ramírez-Iglesias et al. 2020).
La transformación de un sistema convencional a un
sistema agroecológico surge por la necesidad de
hacer más sostenible el agroecosistema, al reducir el
uso de insumos químicos, potenciando la mejora de
la estructura del suelo, incremento de la cantidad de
materia orgánica, intensicación de los procesos de
recambio y ciclaje de nutrimentos, así como el control
de malezas, insectos y patógenos por un control
natural (Bacon et al. 2007). Es importante tener en
cuenta que un agroecosistema requiere de tiempo
para esa transformación, ya que en él se ven envueltos
procesos de cambios paulatinos (Hopkins et al. 2003);
este tipo de estrategias, se ha aplicado a cultivos de
diferente naturaleza, basándose en distintas adapta-
ciones en función de las necesidades y susceptibili-
dades de cada agroecosistema (Ochar et al. 2019).
Actualmente, se produce gran cantidad de resi-
duos agrícolas, provenientes de las cosechas, la
mayor parte de la producción es consumida por las
personas y los animales y el resto permanecen como
residuos, desechados al ambiente (Gliessman et al.
2017); de esta manera, el aprovechamiento de estos
residuos para la elaboración de abonos orgánicos,
permite reducirlos y en conjunto con los estiércoles
Ramírez-Iglesias et al. Efecto de bioabonos en el crecimiento de tomate de riñón...
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de animales pueden usarse como materia prima
para la elaboración de los biofertilizantes (Ramírez-
Iglesias et al. 2017). Sus contenidos, tanto en macro
como los micronutrimentos, son indispensables para
el cultivo de todas las especies vegetales incluyendo
el tomate, lo que permite la producción de biomasa
en raíces, tallo, hojas y fruto (Allende 2017).
Es pertinente resaltar la eliminación de riesgos a la
salud de los trabajadores agrícolas y consumidores,
al disminuir el uso de agroquímicos en los alimentos
consumidos y reducir la contaminación ambiental,
aunado al incremento de la producción, de la calidad,
entre otros factores. Es conveniente comparar en el
contexto de mercado y de políticas gubernamentales,
los medios y costos de producción entre la agricultura
orgánica y convencional e incluyendo en esta última,
los costos del deterioro ambiental y social (Restrepo
et al. 2014, Feriz-García et al. 2018).
El presente trabajo de investigación tiene como obje-
tivo evaluar la efectividad de diferentes fertilizantes
orgánicos en el desarrollo del tomate de riñón (S.
lycopersicum Mill.) var. Alambra, bajo condiciones
de casa sombra.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
La parcela experimental donde se desarrolló la
investigación se encuentra localizada en la provincia
de Zamora Chinchipe en el cantón Centinela del
Cóndor, con coordenadas geográcas: 3° 90’ LS y 78°
82’ LO y altitud de 863 m en la parroquia Panguintza,
Republica del Ecuador. El promedio de temperatura
anual oscila entre los 22 y 28 °C, con precipitaciones
medias anuales de 2.000 a 3.000 mm. La mayoría
de los suelos son Inceptisoles y Entisoles en menor
proporción, con textura desde arenosa hasta arcillosa
y pH desde ligeramente acido a acido. Como actividad
económica se destaca el cultivo de plátano, yuca,
cacao, maíz, café, cítricos y la ganadería (GAD 2019).
Germinación de las semillas
La germinación se realizó en bandejas de 50 plantas
de capacidad a cielo abierto, con riego cada tres días,
utilizando semillas comerciales, tratadas con fungi-
cida. Se empleó como sustrato turba PRO-MIX “PGX”,
compuesta de Sphagnum canadiense (65 - 75 %/vol.),
vermiculita, macro y micronutrimentos, cal dolomí-
tica y calcítica; además, agente humectante. A los
16 días, luego de la germinación de las semillas, se
realizó el trasplante, cuando las plántulas contaban
con un promedio de altura de 8 cm y 2 hojas verda-
deras recién extendidas.
Manejo agronómico
Previo al trasplante, se realizó el acondicionamiento
de las parcelas, aplicando 27 kg de arena (arena
lavada de río) por m
2
, a n de mejorar la textura del
suelo (franco arcilloso) debido a su gran compacta-
ción. Posteriormente, se aumentó el pH del suelo de
5 a 6, mediante un proceso de encalado, aplicando
60 g de cal por m
2
.
La primera poda de los brotes del cultivo se realizó a
los 18 días después del trasplante (ddt) y se continuó
con la poda a medida que aparecían nuevos brotes,
con la nalidad de trabajar con dos guías. A los 21 ddt
se realizó el tutorado de la planta, con la ayuda de
una cinta plástica sujetada desde la base, alrededor
del tallo, para guiar su crecimiento, sin comprometer
el desarrollo de hojas y ores. Se realizó evaluación
visual de las plántulas cada 48 h, para detección de
posible ataque de plagas y patógenos.
Evaluación del desarrollo morfológico de la planta
Generalmente, el crecimiento se determina mediante
medidas directas e indirectas entre otras varia-
bles (Barrasa et al. 2004). Por parcela, se realizó el
monitoreo del desarrollo del cultivo, considerando
las siguientes variables morfológicas: altura de
la planta, medida desde la base del suelo hasta
la yema terminal con un flexómetro; número de
hojas verdaderas; altura de inserción de la primera
hoja; diámetro del tallo (con vernier manual marca
Mitutoyo) y tamaño de la hoja. La cuantificación
de cada variable se realizó a los 8, 16, 24 y 32 ddt,
momento en que ocurrió la primera oración.
Diseño del experimento
Se establecieron bloques de cuatro parcelas de 70
cm x 12 m, donde cada tratamiento de fertilización
presentó una distancia entre hileras de 30 cm; en ellas
se aplicaron diferentes tipos de bioabonos, los cuales
fueron denominados de la siguiente manera: ecua-
bonaza (Ec), té de frutas (Te), bocashi (Bo) (Cuadro
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1), y el control (Co) sin fertilización. Por tratamiento,
en cada una de las unidades experimentales, las 24
plantas fueron sembradas a una distancia de 50 cm.
Se realizaron cunetas de aproximadamente 5 cm
de profundidad, con el objeto de generar mayor
aislamiento y minimizar la posible interacción entre
tratamientos de fertilización.
La razón de la distancia limitada entre los trata-
mientos, se debe a que la experiencia se realizó en
la parcela de un productor, cuya disponibilidad de
terreno era reducida.
Se realizaron reabonos para cada tratamiento a los
8 y 15 días después del trasplante de la planta (ddt).
Esta metodología representa la transición de un
agroecosistema convencional a uno agroecológico.
Análisis estadísticos
El experimento se colocó en el diseño de bloques al azar
con cuatro repeticiones y la unidad experimental cons-
tituida de 24 plantas, considerándose útiles las ocho
centrales. Se realizó el análisis de varianza (ANOVA),
usando el programa Infostat (Di Rienzo et al. 2020).
Como prueba para la comparación de las dinámicas
en el desarrollo del cultivo bajo los diferentes tipos de
fertilización, se empleó la prueba de Duncan a 5 % de
probabilidad (García-Villalpando et al. 2001).
RESULTADOS Y DISCUSION
Este tipo de trabajos se presenta como unos de los
primeros avances frente a caracterización y elabo-
ración de abonos propios de la zona, donde se
considera principalmente los residuos locales y su
mejor inuencia frente a los primeros estadios de
desarrollo de los cultivos, como un elemento impor-
tante frente a procesos de conversión agroecológica.
A los 13 después del trasplante (ddt) se observó la
presencia de Ralstonia solanacearum (marchita-
miento bacteriano), debido a la incidencia del pató-
geno ser muy baja, no se realizó ningún control.
Altura de la planta
En la Figura 1A, se observa el efecto en el tiempo
en días después del trasplante sobre la altura de
la planta de tomate hasta su primera oración. Al
momento de la siembra no hubo diferencia estadís-
ticas entre las alturas de las plantas en los diferentes
Bioabono Composición Características Utilización
Té de frutas
Frutas: guayaba (Psidium guajaba) (1 kg), papaya (Carica papaya)
(1 kg), cambur maduro (Musa sp.) (1 kg), melón (Cucumis melo)
(1 kg), membrillo (Cydonia oblonga) (1 kg).
Todas las frutas bien maduras pero no podridas.
Miel de panela (4 L)
Con estos componentes se obtuvieron 10 L de té de frutas.
Rico en nutrimentos
y aminoácidos
Su aplicación al suelo se
realizó al 25 %.
250 mL de té de frutas
en 750 mL de agua,
aplicando 250 mL de la
mezcla por cada planta.
Bocashi
Gallinaza (70 kg), cascarilla de café (20 kg), tierra de montaña
fértil (40 kg), carbón quebrado o molido (15 kg), salvado de arroz
(20 kg), humus o compost comercial (2 kg), miel de caña (1 L),
levadura para pan (50 g en 50 L de agua).
Con estos componentes se obtuvieron 200 kg de Bocaschi.
Nitrógeno, fosforo,
potasio, calcio,
magnesio, hierro,
manganeso, zinc,
cobre y boro.
Aplicación al suelo de 500
g del compuesto por cada
planta.
Ecuabonaza
Abono orgánico comercial derivado de la pollinaza de las granjas
de engorde.
Ficha técnica presentación de 23 kg: materia orgánica 61,52 %;
nitrógeno 2,73 %; fósforo 1,75 %; potasio 3,63 %; calcio 4,42 %;
magnesio 1,06 %; hierro 0,02 %; manganeso 0,07 %; boro 0,02
%; zinc 0,028 %; cobre 0,05 %; azufre 0,24 %.
Materia orgánica,
nitrógeno, fosforo,
potasio, calcio,
magnesio, azufre,
boro, zinc, cobre y
manganeso.
Aplicación al suelo de 500
g del compuesto por cada
planta.
Cuadro 1. Composición de los abonos orgánicos empleados.
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tratamiento; mientras que, a los 8 ddt, el tratamiento
Co presentó el promedio mayor de altura, y diere
estadísticamente de los demás, en orden le siguen,
Bo>Te, y por último Ec.
Después de la evaluación realizada a los ocho días,
se observa claramente distinción en términos de
altura de la planta, comenzando su diferenciación
en el tratamiento con Ec, seguido de Bo y luego del
tratamiento control. El desarrollo de este cultivo bajo
las diferentes alternativas de fertilización orgánica
presentó claras diferencias; sin embargo, al observar
las plantas a las que se les aplicó el fertilizante del
Té de frutas, hay un claro retardo en términos de
crecimiento, en comparación con el resto de los
tratamientos.
Los resultados obtenidos con el tratamiento Ec
presentaron el mayor promedio a los 16 ddt y a los
24 ddt, observándose diferencias signicativas con
los otros tratamientos.
La estimulación del desarrollo de la altura con el
uso de abonos orgánicos en la etapa del crecimiento
vegetativo de la planta, se corresponde con la fase de
rápido crecimiento, esto probablemente garantiza-
rían mayor productividad tanto biológica como agro-
nómica en las posteriores etapas del crecimiento de
este cultivo. Al parecer los incrementos de este indi-
cador pudieran estar relacionados con la composi-
ción de los abonos orgánicos. Los componentes de los
abonos orgánicos son fundamentalmente sustancias
húmicas, de las cuales se conocen sus efectos y parti-
cipación en los distintos procesos siológicos-bioquí-
micos en las plantas, con intervención positiva en la
respiración y velocidad de las reacciones enzimáticas
del Ciclo de Krebs, lo cual propicia una mayor produc-
ción de ATP, así como también en efectos selectivos
sobre la síntesis proteica y aumento de la actividad
de diversas enzimas (Nardi et al. 2002).
Resultados similares para la altura de las plantas
fueron obtenidos por Vázquez et al. (2015), cuando
aplicaron compost y té de compost en el crecimiento
del cultivo del tomate; y de forma similar por Arteaga
et al. (2006), al trabajar con la variedad de tomate
Amalia y diferentes diluciones de humus líquido
extraído de vermicompost.
Alemán et al. (2016) en trabajo realizado con la
variedad de tomate denominada Syta, y fertilización
a base de compost más aplicación foliar de Stimufol
a los 15, 30, 45 y 60 ddt, constataron el mayor
promedio de altura a los 16 ddt, y a los 24 ddt. Al
respecto, es importante señalar, que Alemán et al.
(2016) realizaron trasplante a los 31 días después de
la germinación, las plántulas tenían una altura de 16
cm, mayor a lo realizado en este estudio.
Por otro lado, Boudet et al. (2017)
evaluaron el
efecto de diferentes dosis de abono orgánico
bocashi en el comportamiento del crecimiento
y producción del tomate (Solanum lycopersicum
Mill.) var. Vyta, concluyendo de su experiencia
que
los tratamientos con abono orgánico tipo bocashi,
inuyeron signicativamente sobre el crecimiento y
rendimiento en el cultivo de tomate. En la presente
experiencia, los resultados obtenidos al emplear
bocashi, indican que fue la segunda mejor opción de
los tratamientos empleados, lo cual es similar a los
resultados obtenidos en esta experiencia.
Número de hojas
En la Figura 1B, se muestran los valores obtenidos
con respecto a la determinación del número de
hojas verdaderas. A los 8 ddt no se observaron dife-
rencias estadísticamente significativas entre los
tratamientos; sin embargo, a medida que fue avan-
zando el desarrollo vegetativo, se pueden observar
diferencias estadísticas (p0,05) en el número de
hojas a los 16 y 24 ddt, donde el tratamiento con
mayor número de hojas fue Ec, seguido de Bo y Co,
los cuales no mostraron diferencias entre sí, y de
ultimo Te, que obtuvo el menor valor promedio. En
la última medición, la tendencia observada fue la
siguiente Ec> Bo> Co > Te.
Al comparar los resultados obtenidos a las 16 ddt (8
hojas verdaderas) y a los 24 ddt (12 hojas verdaderas)
en el tratamiento Ec (promedio mayor), se encontró
mayor número de hojas verdaderas a diferencia de
Alemán et al. (2016), que observaron entre 6 y 9 hojas
verdaderas a los 16 y 24 ddt, respectivamente.
En el caso de las plantas de tomate, en las primeras
etapas de crecimiento, los órganos que más materia
seca acumulan en la planta son las hojas y el tallo, lo
cual se encuentra directamente relacionado con el
proceso de aprovechamiento de nutrimentos a partir
del suelo (Torres 2017, Vásconez et al. 2021).
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Figura 1. Efecto de bioabonos sobre la altura de la planta (A), número de hojas (B) y altura de inserción
de la primera hoja en plantas de tomate riñón. Letras distintas indican diferencias
signicativas entre tratamientos.
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Altura de inserción de la primera hoja
En la Figura 1C, se observan los resultados obtenidos
para la altura de inserción de la primera hoja verda-
dera desde la base del tallo. Hasta los 24 ddt no se
observaron diferencias signicativas entre los trata-
mientos; sin embargo, en la última medición (32 ddt),
fue posible observar ligeras diferencias estadística-
mente signicativas, donde entre los tratamientos Ec
y Te no se observaron diferencias, pero si entre los
tratamientos Bo y Co con valores promedio menores.
Se destacó el tratamiento Ec como el de mayor valor
promedio, desde su primera medición (8 ddt), hasta
la primera oración (32 ddt).
En cuanto a esta variable, se observa que las diferen-
cias entre tratamientos fueron mínimas, debido a que
el desarrollo del tallo en altura, se da de una forma
más acelerada a partir de la inserción de la primera
hoja, por lo cual el incremento no fue tan marcado a
lo largo de las mediciones, y hasta el nal del estudio.
Diámetro del tallo
En la Figura 2A, se observan los resultados obtenidos
para el diámetro del tallo, donde a los 8 ddt, los valores
observados presentan la siguiente tendencia Ec
>Co>Bo > Te . En el transcurso del crecimiento (16 ddt),
no se observaron diferencias entre los tratamientos Ec
y Co, aunque se observaron valores diferentes entre Bo
y Te, resultando Bo>Te. A los 24 ddt, pudo observarse
mayor desarrollo en Ec, pero no hubo diferencias entre
Bo y Co, con valores mayores a Te.
El comportamiento estadístico observado podría ser
debido a que en esta etapa temprana del cultivo, las
diferencias entre valores de diámetro son pequeñas,
ya que es el momento donde empieza la tasa de
conversión de nutrimentos a biomasa para el creci-
miento de la planta (Velasco-Alvarado et al. 2016);
sin embargo, en la última medición, al producirse la
oración (32 ddt), todos los tratamientos mostraron
diferencias estadísticamente significativas, obte-
niendo el valor promedio mayor para Ec seguido
de Bo, Co y por último Te, con un valor promedio
mínimo en relación al resto de tratamientos.
Tamaño de la hoja
En la Figura 2A, se observan los resultados obte-
nidos para la variable tamaño de la hoja. Como
criterio de evaluación se tomó en cuenta la primera
hoja verdadera a partir de la base del tallo, en estos
casos la primera hoja tiene un desarrollo mínimo en
relación al resto de hojas y en algunos casos suele
caerse, por esa razón, se evaluó la segunda hoja en
las siguientes mediciones.
A los 8 ddt, el tratamiento Ec presentó un promedio
mayor de tamaño de la hoja, seguido de Bo y Co, que
no mostraron diferencias estadísticamente signi-
cativas (p<0.05), presentando valores mayores a Te.
En el transcurso del desarrollo del tamaño de la hoja
durante la etapa de desarrollo vegetativo hasta la
primera oración (32 ddt), que fue la última medi-
ción, se mantuvo la misma tendencia en cuanto a
las diferencias estadísticas entre los tratamientos.
Arriaga (2015) señala que los abonos orgánicos
ayudan asimilar mejor los nutrimentos, mediante
la retención de humedad y mejorando la estruc-
tura del suelo, lo que facilita la actividad osmótica
de las raíces para absorberlos; además, de mejorar
los parámetros de crecimiento de las plantas, y
aumentar su producción.
Floración
A los 32 ddt, se dio un porcentaje mayor al 50 % de
oración en las plantas empleadas en la experiencia.
En relación a los resultados obtenidos por Alemán et
al. (2016), la oración ocurrió a los 45 ddt, sugiriendo
mayor precocidad en los resultados obtenidos que
en la presente investigación, lo que podría favorecer
procesos de producción más acelerados, aun cuando
las variedades empleadas en ambos estudios fueron
diferentes.
Luna et al. (2015) avalan el efecto significativo
de los abonos orgánicos en el crecimiento de las
plantas. Igualmente, dichos autores encontraron
incrementos en la oración e indicadores físicos del
fruto, los cuales se expresan en mayor peso fresco,
relacionados probablemente con la mayor acumula-
ción de materia seca y agua. El benecio encontrado
poda deberse a una serie de procesos siológicos
y bioquímicos interrelacionados entre sí y activados
al ser aplicado los abonos orgánicos, donde las gibe-
relinas, tohormona que se encuentra en su compo-
sición, provocan alta estimulación en la oración y
fructicación de las plantas.
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Estos resultados pudieran estar relacionados con
la actividad fitohormonal ya confirmada para las
sustancias húmicas por una parte, y por la otra con la
presencia de estas sustancias equivalentes tanto en
los abonos orgánicos como en la fuente originaria, el
vermicompost. Al respecto, Mayhew (2004) reportó la
presencia de ácido indolacético (AIA), ácido giberélico
(GA3) y citoquininas, en concentraciones parciales
que establecen cambios en el equilibrio tohormonal
favorable a la producción de mayor número de ores,
y por consiguiente, aumento en el número de frutos
cuajados, fundamentalmente por la presencia en
estos de las giberelinas, esta tohormona es capaz de
ejercer inuencia en las fases siológicas de oración
y fructicación.
Los valores de las variables evaluadas en el trata-
miento Te estuvieron por debajo de todos los trata-
mientos evaluados, incluido el Co. Es importante
destacar que no funcionó la aplicación al suelo de
este fertilizante, debido a que provocó un retraso
en el desarrollo vegetativo en relación a los demás
tratamientos de fertilización. El mencionado trata-
miento fue elaborado en base a una mezcla de frutas,
las cuales poseen cualidades nutricionales únicas,
son bajas en calorías, contienen vitaminas hidro-
solubles como vitamina C, ácido fólico, vitaminas
del complejo B, vitaminas liposolubles como beta
carotenos, vitamina A, E y K, y minerales donde se
destacan el potasio y el magnesio; además, de otros
componentes, como fenoles que pueden intervenir
en el crecimiento de las plantas (Castro Ríos 2010).
Figura 2. Efecto de bioabonos sobre el diámetro del tallo (A) y el tamaño de la hoja (B) de plantas de tomate
riñón. Letras distintas indican diferencias signicativas entre tratamientos.
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Vázquez et al. (2015) al evaluar el efecto de los abonos
orgánicos composta y té de composta, no encontraron
diferencias signicativas en el rendimiento y tamaño
de fruto, a emplear diferentes concentraciones para la
producción de tomate variedad Hermosa saladet, lo
que indicaría que estos abonos orgánicos no son los
más beneciosos para el cultivo de tomate. Resultados
similares se obtuvieron al estudiar la inuencia del
bioabono denominado Té de frutas (Te) en la presente
investigación, para evaluar el crecimiento vegetativo
del cultivo, indicando que dicho tratamiento no fue
el más adecuado en este caso, llegando a presentar
valores por debajo del control.
Estos resultados pueden tener su explicación, en la
presencia de inhibidores en ese tratamiento denomi-
nado Te, los cuales han sido señalados como sustan-
cias del metabolismo vegetal que inhiben o retrasan el
crecimiento de las plantas. En general, los inhibidores
naturales son derivados de las lactonas o sustancias
orgánicas aromáticas como fenoles (Azcon-Bieto y
Talón 2000).
Al respecto, las estrigolactonas son un tipo de biomo-
léculas con estructura de lactonas terpenoides
derivadas de carotenoides que tienen la capacidad
de incrementar el desarrollo de raíces primarias y
adventicias, pero que puede tener cierto tipo de
funciones inhibitorias como la de reprimir la forma-
ción de raíces laterales (Hernández y Martínez 2006)
cuando se aplican en cantidades mayores a 100
microgramos. Estas sustancias son primordiales en
las respuestas adaptativas cuando se presenta de-
ciencia de fósforo y nitrógeno en el medio en el cual
se desarrolla el organismo vegetal, por lo que suelen
mejorar en gran medida el desarrollo de raíces (Saini
et al. 2015). Igualmente, pueden promover la simbiosis
con micorrizas arbusculares gracias a la inducción de
la ramicación hifal mediante el ajuste a las estruc-
turas de las yemaciones para mejorar el desarrollo del
sistema radicular (Kawar et al. 2017).
De manera similar, estas sustancias también pueden
tener el rol de controlar el transporte de otras tohor-
monas que cumplen con el papel de inducir la forma-
ción de raíces, como ocurre con el caso de las auxinas.
Del mismo modo, tienen la capacidad de inhibir la
acción de las citoquininas, debido a que su acción
en el medio de transporte tohormonal permite el
control del metabolismo en el desarrollo radicular.
Esto genera un tipo de antagonismo con las citoqui-
ninas al tener un efecto inhibitorio en la extensión de
brotes axilares en las yemaciones como consecuencia
del control que ejercen sobre las auxinas (Alcántara
et al. 2019).
Entre las plantas empleadas para la elaboración del Té
de frutas (Cuadro 1) están la guayaba, el membrillo y
el cambur (Olaya y Restrepo 2012; Herrera-Hernández
2013; Zapata et al. 2014), que poseen fenoles en su
composición, por lo cual los valores obtenidos por
debajo del control pudieran estar relacionados con
la explicación planteada en párrafos previos.
Según Allende (2017) la absorción de macro y micro
nutrientes por la planta se ve evidenciada en el desa-
rrollo vegetativo, que produce mayor cantidad de
biomasa indispensable para la producción nal, lo
cual se evidencia en el comportamiento de variables
como la altura de la planta y el número de hojas. Al
relacionar los resultados obtenidos con lo planteado
por este autor, se puede decir que fue el tratamiento
de Ecuabonaza el que favoreció la mayor absorción de
macro y micronutrimentos, lo que se vio reejado en
valores mayores de las variables evaluadas.
Al respecto, Alemán et al. (2016) señalan que los indi-
cadores morfológicos en plantas de tomate en las
condiciones de la Amazonía Ecuatoriana tienen buen
desarrollo general, al igual que los componentes del
rendimiento, logrando una producción en el orden de
los indicadores obtenidos en otras regiones.
La agricultura moderna ha incorporado el uso de
productos orgánicos que incrementan el crecimiento y
rendimiento de los cultivos, la calidad de las cosechas
y que además tienen efectos siológicos que incluyen
el alargamiento celular, la diferenciación vascular y el
desarrollo de la producción (Luna et al. 2016).
El aprovechamiento de estos residuos orgánicos cobra
cada día mayor interés como medio eciente de reci-
claje racional de nutrimentos, debido a que ayudan
al crecimiento de las plantas, y devuelven al suelo
muchos de los elementos extraídos durante el proceso
productivo (Ramos y Terry 2014); adicionalmente,
promueven el crecimiento de microorganismos
beneciosos, que ayudan a mejorar la fertilidad del
suelo, disminuyen el uso de los fertilizantes químicos
y reducen el impacto ambiental negativo (Onwu et al.
2018).
Vol. 71 AGRONOMÍA TROPICAL 2021
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CONCLUSIONES
De acuerdo a los resultados obtenidos en las varia-
bles vegetativas estudiadas, se puede indicar que
el tratamiento ecuabonaza resulto ser la mejor
alternativa.
En orden de eciencia, se ubicaron el tratamiento
ecuabonaza, seguidos del bocashi, mientras que el
té de frutas fue el menor, presentando valores infe-
riores al tratamiento control.
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